jueves, 17 de diciembre de 2009

70 años de mi padre, MANUEL CABRERA YUMBLA

Querido Padre:

Ayer mientras conversábamos, pude percibir la agreste lucha y campo ganado de tus canas al poblar tu cabeza, silente y paulatina rutina que determina que el tiempo jamás se detiene. Hay veces en que la nostalgia nos envuelve y nos lleva a necesitar ansiosamente ciertas cosas, a ciertas personas o ciertas situaciones...hoy es uno de esos días en que siento esa enorme necesidad de retroceder el tiempo.

70 años, que fácil decirlos pero largo y sabio debe ser vivirlos, FELIZ CUMPLEAÑOS PAPA, con el corazón en la mano y orgullo en el pecho, atrás de nosotros toda una familia ganada día a día y multiplicada en corazones que son tuyos pues te los ganastes con bondad y otorgando amor. Cada uno, desde sus perspectivas, deseamos hacer una tregua de amor en el camino de nuestras luchas y de nuestros afanes; y sólo pensamos en las cosas buenas y bellas que nos has regalado, en la vida, día a día, año a año, donde dejaste tus esfuerzos, tus virtudes y defectos, en este día, en nuestra alma es más visible como se atraviesa tu vida, como un cometa en el horizonte de la eternidad, dejándonos una estela de recuerdos en el alma.

Muchas cosas han pasado, en 70 años, pero aunque el tiempo siga, nunca cambia tu entrega, tu alma buena, tu amor maduro, el que se ha ido consolidando cada día, hora o minuto junto a los tuyos, tu familia, sin importar que tan dura y sombría haya sido la vida por momentos. Siempre supiste cultivar la fe y amor, pero lo más importante ¡siempre lo supiste brindar!. Padre ejemplo y huella para quienes venimos detrás, tu trabajo, tu coraje, tu ternura con tus nietos, tus bríos y ganas de vivir, ese don maravilloso de ser amigo, el apoyo incondicional que nos han dado en todo momento, en fin, no sé de donde sacas tantas fuerzas para entregarte a nosotros, estoy seguro que son tus oraciones.

Celebro tus setenta años, y me siento dichoso y bendecido, he sentido que en contravía que eres mi regalo de Dios. No quiero desearte solamente felicidades sino también decirte: GRACIAS, pero no como una palabra de cortesía… Yo, esta vez no por cortesía sino por el gran amor y respeto que siento por ti, quiero darte las gracias por ser mi padre y por todos los dones que me diste. Por haber compartido conmigo en tantas ocasiones tu sabiduría; por haberme dado tu amor incondicional y haber sido siempre un ejemplo digno de imitar.

Si hoy puedo sentirme una persona con valores y de sólidos principios,
una persona buena y con sentimientos de altruismo y entrega, es gracias a ti, a ti papá que me enseñaste a vivir.

A ti que con tu silencio muchas veces supiste trasmitir un mensaje lleno de amor, a ti que con tus clases convertiste mis dudas en ganas de aprender algo más, que con tus llamados de atención, muchas veces incomprendidos por mí, me mostraste el camino, lo bueno y lo malo de este mundo.

Y con tus múltiples formas de entregar cariño me hiciste sentir una persona amada y me enseñaste a valorarme y a entregar este mismo cariño hoy a los míos para hacerles saber lo mucho que valen y lo mucho que me importan.

Aun cuando en muchas ocasiones no entendí el porqué de tus actos, hoy sé que fueron siempre abocados al bienestar de nosotros, tu familia, tu esposa, tu entorno y cuando muchas veces te critiqué y no supe expresarte mis disculpas, fue por que no conocía lo que realmente era tener una familia propia.

Quiero que sepas, papá, que hoy te agradezco desde lo más profundo de mi corazón lo que has hecho de mí y la confianza que me diste, un desafío a no fallarte nunca a ti ni menos a mí.

No puedo dejar de recordar aquellas ocasiones en que lloré tanto pensando que eras injusto conmigo y hoy comprendo que no fue así, tu sólo hacías lo mejor para nosotros.

Tantos recuerdos tristes y tantos bellos recuerdos dan una suma de amor y entrega que solo tú, mi padre, Un gran hombre, pudo dar.

Ahora que soy adulto y te veo como el "padre amigo" y ya no el "padre que me educa", puedo decirte que:

TE AMO Y TE DOY GRACIAS POR HABER SIDO Y SEGUIR SIENDO MI PADRE, UN GRAN HOMBRE.

Gracias, por tu vida.

Atentamente,

Manolo Cabrera Esquivel.


11 de Agosto de 2007. Recibió sus 70 años en Loja.Ecuador, como siempre rodeado de toda su familia.